¿Quién no ha mentido alguna vez a sus padres?
Recuerdo que para mí, existían distintas clases de mentiras: las que decías para que tus padres no se preocupasen, las que eran medias verdades y las obras maestras, que esperabas que te librarán de cualquier castigo.
Que los niños mientan es algo que forma parte de su desarrollo natural y de sus habilidades sociales, pero… ¿Qué hacer cuando nos damos cuenta de que nos están mintiendo?
1.- No te lo tomes cómo algo personal
Los pequeños están aprendiendo las reglas sociales y cuando mienten, no lo hacen para hacerte daño o decepcionarte. Es importante que no te lo tomes de manera personal y que intentes descubrir qué motivo real esconde esa mentira.
2.- Reacciones planeadas
Una forma ágil de reaccionar ante una mentira, es consensuar la reacción y consecuencia que tendrá con anterioridad.
Una buena opción es darles un tiempo limitado para que ellos mismos puedan reflexionar sobre lo ocurrido y que vean que su acto ha tenido una consecuencia. Después os podéis sentar juntos para hablarlo y merendar.
3- Ser específicos
Las consecuencias ante una mentira de tu pequeño, deben ser sobre esa mentira y esa actitud en concreto. No es adecuado recordar mentiras anteriores. Lo que queremos es que nuestros pequeños aprendan y entiendan que cada acción, tiene su reacción y que ellos mismos sean capaces de verlo.
4- El comportamiento ante la mentira
Debemos evitar etiquetar a los pequeños ante una mentira. Céntrate en qué razón le ha llevado a querer mentir y qué es lo que quería conseguir para explicarle cuál hubiese sido la manera honesta de llegar a su fin.
Sobre todo recuerda cuando tú fuiste niño cómo ellos, y reacciona de una manera amable que fortalezca vuestro vínculo.
Con estos pequeños tips, conseguiréis establecer una relación de confianza y comunicación.