¡Hoy toca experimento! ¿Qué se te pasa por la cabeza si te decimos que un huevo en una botella es perfecto para entender los efectos de la presión atmosférica? No, ¡no nos hemos vuelto locos! Hoy descubriremos cómo se comporta en función de las condiciones a las que se exponga. ¿Empezamos?
Materiales:
- Huevo duro
- Botella con una abertura ancha
- Caja de cerillas
- Periódico
Pasos a seguir:
- Coge un huevo y hiérvelo hasta que se haga duro. Asegúrate de que se enfríe antes de continuar. Pídele a un adulto que te ayude o por lo menos que te supervise mientras cocinas el huevo. Una vez que está frío, pélalo para sacarle la cáscara.
- Luego, coge el periódico y rompe una página a tiras. Inserta las tiras dentro de la botella e pon una cerilla encendida dentro (siempre supervisado por un adulto). Rápidamente coge el huevo y colócalo encima de la abertura de la botella. ¡Observa lo que sucede! El huevo entra sólo en la botella. ¿Magia? No, es ciencia.
- ¿Y cómo lo sacamos? Gira la botella y sopla hacia adentro. ¡Debes tener en cuenta que el huevo saldrá de la botella en cuanto hagas esto!
¿Por qué sucede esto?
¡Es increíble¡ ¿Cómo es posible? La presión atmosférica es la respuesta. Después de encender el fuego, el oxígeno de la botella se acabó. Cuando colocas el huevo delante de la abertura, el aire en el interior crea un vacío succionando el huevo hacia la botella.
Poco tiempo después, el fuego se apaga y eso provoca que el aire del interior se enfríe causando una presión menor dentro de la botella. El huevo es obligado a salir de la botella porque en el interior hay una presión más baja y en el exterior una presión más alta.
